B»H
¡Féliz Rosh Chodesh Adar!
El Talmud nos dice que una vez comienza el mes de Adar, aumentamos en simcha (alegría). Tengo mucho por lo cual estar alegre este mes y en Rosh Chodesh Adar en particular, por que fue el día en el cual me casé con mi querido esposo. ¡Sí, mañana es nuestro décimo aniversario de boda! (Este mes tiene dos días de Rosh Chodesh– hoy, el último día de Shvat, y mañana, Aleph Adar.)
Pero a parte del aniversario, tomando en cuenta la esencia de este mes, Adar, trato de hacer de este un mes mas alegre en casa. ¿Cómo lo hago? A través del mes de Adar, hago cosas un poco mas livianas, menos comunes y un tanto graciosas las cuales alegren el ánimo y el espíritu del hogar y de los chicos en particular. Por ejemplo, les dejo notitas o premios debajo de las almohadas o en el cajón de las medias, dulcecitos y notitas en la caja de almuerzo, prendo música alta y bailo con ellos, los sorprendo con un desayuno decadente con bizcocho de chocolate, los recibo del colegio con helado en vez de la cena, y en fin. El objetivo es hacernos todos conscientes de que esta es una época del año particularmente alegre y que tenemos que aumentar nuestra alegría.


Ahora, en caso de que esten pensando, «que soy falsa» y que estoy «obligando a todos a estar felices, » déjenme contarles algo mas. Desde que mis hijos eran muy chicos, aprendiendo a hablar, les digo: esta frase en ingles, «We have to be… Happy!» Crecieron escuchándola, y al tener dos o tres años ya podían responder a mi, «We have to be…» con su «Happy!» Ahora ya están pensando que es demasiado la cosa…
Si, ya se pero escuchen un poco mas…
Los bebes y chicos muy pequeños, son naturalmente felices. De hecho, es cuando están infelices que nos sorprendemos y los atendemos. Así que, ¿para qué les repito esta frase desde tan pequeña edad?Hay un proceso natural de desarrollo humano a través del cual los chicos comienzan a tener que poner mas esfuerzo en ser felices. Mientras van creciendo, las experiencias de la vida y las decepciones que vienen con esta, resulta en que ya el estado de felicidad no les sea tan natural. Mas sin embargo, mientras van creciendo, tal vez puedan aprender una lección importante: que ser feliz requiere un esfuerzo consciente. Pero uno que se puede hacer y que vale la pena.
Por lo tanto, cuando las cosas se pongan difíciles, podrán escuchar una voz interna (la cual eventualmente será de ellos mismos) que les dirá, «We have to be… Happy!» Estoy segura de que muchas veces mis hijos mas grandes quieren tirar esta voz por la ventana (y a mi con ella), pero esta les será una herramienta poderosa en el futuro. ¿Cuántas veces yo tengo que repetirme estas mismas palabras?
Es interesante que el Talmud no dice, «cuando comience Adar, se feliz». El Talmud nos dice que una vez comience Adar, aumentemos en felicidad. Osea, asume que ya somos felices. Ahmmm, si los sabios del Talmud se pasearan por la sección de autoayuda de cualquier librería, tal vez cambiarían sus premisas.
El Rey David nos dice, «Ivdu es H» b’simcha,» «Sirve a Di-s con Alegría.» El Rey David no nos dice «siénte alegría hacia H»» ¿Porqué? ¿No haría esto mejor sentido? ¿No es la felicidad un sentimiento? ¿No estamos todos buscando sentirnos felices y alegres? ¿Además, no es la felicidad uno de nuestros derechos inalienables, como nos dijeron los fundadores de E.E.U.U. en la Declaración de la Independencia?

Y si es nuestro derecho, ¿cómo es que tantos andamos buscando como conseguir la felicidad y muy pocos podemos reclamar ser verdaderamente felices? (¿Sabían que el curso Felicidad 101 se convirtió en el curso con el mayor número de estudiantes registrados en el 2006- ¡mas que Economía 101!? De ahí en adelante los cursos de Felicidad han crecido exponencialmente a través de las universidades norteamericanas. Tal vez las universidades deberían hacer un estudio que mida cuantos de los estudiantes universitarios que tomaron clases de Felicidad, mas adelante en sus vidas, pueden decir que son felices. Tal vez los resultados serían decepcionantes.)
Aquí voy a revolver algunas plumas. Aunque aunque no tengo intensión de ofender a los Padres Fundadores de nuestra nación; según la Torá, en esta ocación, se equivocaron. Y por lo tanto, para muchos la búsqueda de la felicidad, tristemente ha terminado en ir corriendo como gallinas sin cabezas.

La felicidad no es un derecho. La felicidad no es una meta. Para los judíos, la felicidad es una obligación. Punto.
«Ay, pero no me siento de ánimos,» dices. (¿Recuerdan mi Recordatorio Práctico, aquí? Lo siento. Hazlo. Aunque lo sientas o no. ¿Por qué? Por que hay que hacerlo. Por que Di-s nos dio la mitzvá de ser felices. Di-s nos está diciendo, que todo va a estar mejor en esta montaña rusa que es la vida, si nos montamos en ella con alegría. Para lograr nuestro potencial y cumplir la misión única que nuestro Creador nos confió, tenemos que ser felices. Lo siento. No queda de otra.
Nadie dijo que es fácil. En realidad, es bastante difícil. Requiere de mucho control mental y voluntad. Pero eso ya nos los dijo el Rey David, cuando dijo «Ivdu es H» b’simcha.» «Ivdu,» de «avodá» – trabajo. Ya nos dijo que va a ser trabajo. Así que mejor aceptarlo y manos a la obra.
Cuando tu bebe empezó a caminar, no se le hizo fácil (ni a el ni a ti), pero no se dió a si mismo otra opción. Necesitaba caminar y trabajo hasta que lo logró. ¿Te lloró y pidió ayuda en el camino? (Seguro que sí, y nosotros también podemos hacerlo, como les comenté aquí.) ¿Tu bebe entendió que al no levantarlo y dejarlo luchar al dar cada paso, lo estabas ayudando? Probablemente, no. Mas sin embargo, confrontó su reto y siguió trabajando hasta que lo logró.
¿Estaré siendo «falsa?» ¿Estoy «obligándolos a todos a ser felices?» Tal vez. Pero, sólo como una herramienta para hacer nuestro trabajo. Así es que si no estás tan feliz, y/o no me tienes al rededor para que te deje pequeños recordatorios ;-)… ve y haz algo productivo y positivo… Ve a una clase de «spinning;» da de tu tiempo y recursos para ayudar a otros menos afortunados que ti; descansa mas; escríbele notas a tus familiares dejándoles saber cuanto los aprecias. Resuelvetelas, pero no hagas excusas para no estar féliz. No te queda bien. Sonríe, sube la música, sonríe aún mas y actúa feliz. ¿Y sabes, qué? Tal vez también termines sintiéndote feliz. :-)
¿Haces un esfuerzo consciente de estar feliz y aumentar en alegría, aun cuando no sea fácil? ¿Qué puedes hacer hoy para aumentar en alegría?
P.D.
Este post está dedicado a mi querido esposo, la persona mas positiva y féliz que he conocido. Que H» nos de muchos mas días juntos en los cuales podamos aumentar en felicidad.
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